jueves, 24 de diciembre de 2009

lunes, 21 de diciembre de 2009

El robo de la gran tienda

Pepcastelló
Ver en:
http://lahoradelgrillo.blogspot.com/2009/12/el-robo-de-la-gran-tienda.html

La niña Alegría

Rafael Fernando Navarro
Ver en:
La hora del Grillo
http://lahoradelgrillo.blogspot.com/2009/12/la-nina-alegria.html

domingo, 20 de diciembre de 2009

sábado, 19 de diciembre de 2009

El efecto Lucifer

Según Phillip Zimbardo

viernes, 18 de diciembre de 2009

Semblanza de Pedro Casaldáliga

Berta Iglesias, Luis y María González Reyes

Ver en:
La hora del Grillo
http://lahoradelgrillo.blogspot.com/2009/12/semblanza-de-pedro-casaldaliga.html

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Democracia

Jaime Richart
Ver en:
La hora del Grillo

lunes, 14 de diciembre de 2009

13D en Catalunya

Josep Castelló

sábado, 12 de diciembre de 2009

Lo que está en juego en Copenhague

Leonardo Boff

Democracia ¿Cual?

Padre Eugenio Pizarro Poblete


viernes, 11 de diciembre de 2009

jueves, 10 de diciembre de 2009

miércoles, 9 de diciembre de 2009

domingo, 6 de diciembre de 2009

Golpe de Estado+elecciones=democracia

Miles despidieron a Víctor Jara

TeleSUR
Ver en:
La hora del Grillo

Cantando bajo la lluvia

Walter Dennis Muñoz

Fuimos niños

Rafael Fernando Navarro

Del areópago a las plazas de Champell y Campo de Fiori


sábado, 5 de diciembre de 2009

Esos pibitos sin límites


Sentido común

Néstor Sappietro  


viernes, 4 de diciembre de 2009

jueves, 3 de diciembre de 2009

Desinformar: un grave delito impune

Oscar Taffetani  


Algo, cualquier cosa

Claudia Cesaroni  


miércoles, 2 de diciembre de 2009

martes, 1 de diciembre de 2009

Rafael Correa. Marcado por el cristianismo de base.

Virginia Scardamaglia

No más menores marginales

Adolfo Pedroza

Aborto y pederastia

José M. Castillo


Honduras sometida bajo elecciones ilegitimas

Adolfo Pérez Esquivel



domingo, 29 de noviembre de 2009

El encanto de los Orixás

Leonardo Boff



La Iglesia es así

Rafael Fernando Navarro

martes, 24 de noviembre de 2009

Jung y el mundo espiritual

Leonardo Boff

Coordiné en la Editorial Vozes de Brasil la traducción de la obra completa del psicoanalista C.G. Jung (18 tomos), lo que lo convirtió en unos de mis principales interlocutores intelectuales. Pocos estudiosos del alma humana han dado más importancia a la espiritualidad que él. Veía en la espiritualidad una exigencia fundamental y arquetípica de la psiqué en su desarrollo hacia la plena individuación. La imago Dei o arquetipo Dios ocupa el centro del Self: esa Energía poderosa que atrae todos los arquetipos a sí y los ordena a su alrededor como el sol hace con los planetas.

Sin la integración de este arquetipo axial, el ser humano queda manco y miope y con una falta de completitud abisal. Por eso escribió:

«Entre todos mis pacientes que se encontraban en la segunda mitad de la vida, es decir, con más de 35 años, no hubo ni uno cuyo problema más profundo no estuviese constituido por la cuestión de su actitud religiosa. Todos en última instancia estaban enfermos por haber perdido aquello que una religión viva siempre ha dado a sus seguidores. Y ninguno se curó realmente sin recobrar la actitud religiosa que le era propia. Esto es claro que no depende de una adhesión a un credo particular, ni de hacerse miembro de una Iglesia, sino de la necesidad de integrar la dimensión espiritual».

La función principal de la religión, o mejor, de la espiritualidad, es la de religarnos a todas las cosas y a la Fuente de donde proviene todo ser: Dios. Ese es el propósito básico de su grandioso libro Mysterium Coniunctionis (Misterio de la Conjunción) que Jung consideraba su obra magna. En él se trata de realizar la coniuntio, o sea, la conjunción del ser humano integral con el mundus unus, el mundo unificado, el mundo del primer día de la creación, cuando todo era uno y todavía no había ninguna división ni diferenciación.

Era la situación plenamente urobórica del ser. Uroboros era la serpiente primigenia, enrollada sobre sí misma que se mordía la cola, arquetipo que representa la unidad originaria antes de las diferenciaciones entre masculino y femenino, cuerpo y espíritu, Dios y mundo. Esta fusión es el anhelo más secreto y radical del ser humano y el llamamiento permanente del Self.

Espiritualidad significa vivenciar esta situación en la medida en que es buscada permanentemente, aunque no se deje aprehender y vaya siempre un paso por delante. El drama del ser humano actual es haber perdido la espiritualidad y su capacidad de vivir un sentimiento de conexión. Lo que se opone a la religión o a la espiritualidad no es la irreligión o el ateismo sino la incapacidad de ligarse y religarse a todas las cosas. Hoy las personas están desconectadas de la Tierra, del ánima (de la dimensión del sentimiento profundo), y por eso sin espiritualidad.

Para C. G. Jung el gran problema actual es de naturaleza psicológica. No de la psicología entendida como disciplina o apenas como una dimensión de la psiqué, sino de la psicología en el sentido incluyente que él le da como la totalidad de la vida y del universo cuando son percibidos y referidos al ser humano, ya sea por el consciente o por el inconsciente personal y colectivo. Y en este sentido escribió:

«Es mi convicción más profunda que, a partir de ahora hasta un futuro indeterminado, el verdadero problema es de orden psicológico. El alma es el padre y la madre de todas las dificultades no resueltas que lanzamos al cielo».

La Tierra está enferma porque nosotros estamos enfermos. En la medida en que nos transformamos, transformaremos también la Tierra. Jung buscó esta transformación hasta su muerte. Ella es uno de los pocos caminos que puede sacarnos de la crisis actual y que inaugura un nuevo ensayo civilizatorio, así como lo imaginaba Jung, más integrado con el todo, más individualizado y más espiritual.

C. G.Jung se muestra un maestro y un guía que nos traza un mapa capaz de orientarnos en estos momentos dramáticos que vive la humanidad. Como creía profundamente en el Trascendente y en el mundo espiritual, será seguramente el capital espiritual, colocado ahora en el centro de nuestras búsquedas, el que nos permita vivir con sentido la fase nueva de la Tierra, la fase planetaria y espiritual.

Leonardo Boff
http://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=354

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domingo, 22 de noviembre de 2009

¿Nos atreveremos a “decrecer”?

Maena Juan

Vivir mejor con menos

Últimamente leo y escucho esta famosa palabra cargada de contenido y que invita a una verdadera revolución, en nuestras mentes y en nuestras acciones concretas: “Vivir mejor con menos” “ Simplicidad voluntaria” “recuperar el sentido de la mesura...encontrar la felicidad en la convivencia con los demás y no en la acumulación desesperada de aparatos”.

Creo que esto no lo lograrán los gobiernos ( sean del partido que sean) porque están a las órdenes de la economía europea y mundial que va por otros caminos: comprar. consumir, para que la economía crezca , pero ¿A costa de quién y de qué? De los países más pobres y de la conservación del planeta Tierra. El desarrollo-crecimiento es una trampa. No puede salvarnos de la crisis actual, porque si seguimos con esta idea de desarrollo-crecimiento, necesitaríamos dos o tres planetas para poder vivir todos. ¿Cómo puedo pedir a los chinos que no compren coches si aquí tenemos casi todos/as?. Las personas que se quejan del carril bici es porque no están dispuestas a dejar de usar el coche o usarlo menos, a usar transportes públicos ( para los colegios y para la vida diaria aunque nos cueste alguna molestia) y a andar un poco más por Palma, la ciudad que debería ser peatonalizada como casi todas las ciudades civilizadas de Europa.

“La idea de crear una sociedad de “ decrecimiento” deriva de la certeza de que los recursos de la Tierra y los ciclos naturales no pueden sostener el crecimiento económico, la esencia misma del capitalismo y la modernidad” (Serge Latouche). Hay que decirles a los pueblos marginados que no deben ni pueden copiar el modo de crecimiento de los países del Norte, pero es claro que primero es necesario del decrecimiento del Norte para poder abrir alternativas en el Sur. El logo de esta corriente de pensamiento es el caracol: éste construye su concha añadiendo una tras otra las espirales cada vez más amplias; después cesa bruscamente y comienza a enroscarse esta vez en decrecimiento, ya que la sobrecarga de su concha le impediría sobrevivir ya que tiene unos límites fijados por su capacidad biológica (Ivan Illich).

Creo que las personas que deseamos un mundo más justo, tendríamos que empezar a poner en práctica estos conceptos que están apareciendo como valores cívicos necesarios para un mundo en paz ¿Quién se atreve a empezar?


Maena Juan
Rebelión
*Maena Juan es social de ATTAC Mallorca (www.attacmallorca.es)
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=95084

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"La Iglesia no convive bien con la democracia"

Leonardo Boff - J. B.

Leonardo Boff critica al papa Benedicto XVI por cerrarse al mundo

La Curia vaticana boicoteó por dentro el Vaticano II", constata el teólogo brasileño Leonardo Boff, que la semana pasada visitó nuestro país. A sus 70 años, el ex franciscano aboga por una Iglesia "abierta al mundo", frente a la de Roma, que "no acepta aprender, sólo imponer sus tesis".

Usted fue uno de los castigados por Ratzinger antes de ser Papa. ¿Cuál es su relación actual con Benedicto XVI?

Simbolizamos otro tipo de Iglesia. Existen dos tradiciones en pelea: la del Concilio Vaticano II, la del diálogo; y la de Juan Pablo II y Benedicto XVI. Ellos no dialogan, no se abren al mundo: hacen críticas duras a toda la modernidad. Siguen la tesis de la única religión verdadera y eso, en una perspectiva de globalización, no es viable.

¿Llega el mensaje de la Iglesia oficial a las masas?

El problema está en que en Roma piensan que en la Iglesia sólo tienen cabida pocos, pero puros e intachables. Pues bien, en esa Iglesia hay pedófilos y corruptos. Es una Iglesia de élites, no es para la humanidad. El Cristianismo está abierto a todos los que quieran, se puede encarnar en muchas culturas, y al Papa le cuesta aceptar eso. En su opinión, la Iglesia resultó del encuentro de la cultura judía, griega y romana, y ahí se termina... No incorpora la tradición democrática moderna o socialista.

¿Dónde está el problema?

La Iglesia jerárquica no convive bien con la democracia. Es una institución totalitaria, machista... y la democracia no. La Iglesia es una institución piramidal que no acepta la democracia como forma de gobierno. En España lo están viviendo ahora: los obispos no van a aceptar que en la sociedad se discuta el aborto o la homosexualidad. Se imaginan portadores de la verdad única.

En Europa, estamos viviendo una polémica sobre la retirada de los crucifijos de las escuelas.

La decisión no tiene que venir de un juzgado, sino que tiene que madurar en la sociedad. Los símbolos tienen que ser de todos. Dicho esto, yo creo que el crucifijo es más que un símbolo, y no sólo para el cristiano. La cruz no es monopolio de la Iglesia: hoy, media humanidad vive crucificada. Por la industrialización, por la pobreza.

La Iglesia, ¿ha desterrado el Concilio Vaticano II?

El Vaticano II fue aprobado por los obispos del mundo entero, pero el aparato eclesiástico nunca lo aceptó. Siempre se opuso, y se resistió con dureza a Pablo VI. Después llegó un Papa de Polonia, conservador y con dificultades para aceptar el Vaticano II, y que encontró aliados en Roma. La Curia boicoteó por dentro el Vaticano II.

Mientras Roma es implacable con los teólogos "progresistas", es más condescendiente con los más tradicionales. Se está viendo con la vuelta de los anglicanos o el diálogo con los seguidores de Lefebvre.

El Papa trata a los conservadores con guantes de seda y a nosotros con puño de hierro. Dialogan como si fueran viejos amigos, y en realidad lo son. Benedicto XVI se entiende bien con ellos, mientras que a nosotros nos pone al lado de los subversivos. Pero somos nosotros los que estamos con los pobres.


Leonardo Boff - J. B.
Madrid - 14/11/2009
http://www.publico.es/espana/269743/iglesia/convive/democracia

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sábado, 21 de noviembre de 2009

Libertad falaz

Pep Castelló

¿De qué son libres los pobres en el mundo que gobiernan los ricos?

Con motivo del veinte aniversario de la caída del muro de Berlín, durante unos cuantos días han abundado toda clase de comentarios en los que no faltaba la palabra “libertad”. Eso me ha traído a la memoria que hace algún tiempo difundí entre mis contactos un artículo de Frei Betto en el que elogiaba los logros sociales de Cuba. A una amiga monja le extrañó que Betto pudiese elogiar la actuación del régimen cubano puesto que «como todo el mundo sabe, en Cuba no hay libertad». Le pasé la pregunta a otra amiga monja radicada en América Latina, que conoce muy bien la realidad de Cuba y la de su patria grande, y esta me respondió: «cierto que hay cosas que se debieran mejorar; pero la falta de libertad de los ricos en Cuba es cosa de niños comparada con la que padecen los pobres en los países que gobiernan los ricos».

Una respuesta tan contundente no puede por menos que hacernos reflexionar sobre qué entendemos por libertad y qué por esclavitud, dos ideas que suelen evocarnos un imaginario de tiempos pretéritos y países lejanos, como si un ataque de presbicia mental nos impidiese ver la realidad que tenemos cerca.

Libre es solamente quien no está sometido a otro. Pero en modo alguno puede considerarse libre quien para subsistir necesita agachar la cerviz ante quien controla los recursos que le son necesarios.

En nuestra opulenta civilización occidental cristiana, libres son los amos del mundo, y nadie más. Y amos son quienes detentan la propiedad de la tierra, quienes controlan las finanzas, los recursos alimentarios de la población, los medicamentos y todo cuanto es necesario para la subsistencia. Pero también son amos quienes controlan los medios de información-desinformación de masas, los sistemas educativos, las ofertas de ocio, y todo cuanto contribuye a configurar la forma de pensar y sentir de la población, porque la esclavitud se forja en la mente de la persona. Quien le controla la mente controla todo su hacer.

A los pobres se les ha controlado siempre la mente. Siempre sus amos les han dicho qué debían pensar, qué debían hacer, cómo tenían que actuar, cómo comportarse, cómo vestirse, qué deben elegir, a quién tienen que votar... Y eso se lo han dicho siempre quienes no han pensado sino en sus propios beneficios, con desprecio absoluto del bien común y de la igual dignidad que todos los seres humanos tenemos por la sola razón de serlo.

Hoy los pobres del mundo, al igual que en tiempos remotos, son esclavos de los ricos. Poco importa que esa esclavitud no sea evidente para la mayor parte de la población, la cual no piensa sino en satisfacer sus necesidades más primarias, porque quienes sí piensan se dan de bruces con ella en cuanto intentan sobrepasar los límites que quienes mandan les tienen fijados.

Los amos del mundo y sus paladines se llenan la boca hablando de libertad y democracia. En un discurso más que dudoso se atreven incluso a contraponer libertad a equidad, como si necesariamente fuesen incompatibles. ¡Falso! La libertad y la equidad son inherentes a la naturaleza humana y solamente son incompatibles cuando prevalece el modo de pensar de quienes mediante la violencia se apropiaron de la tierra y de todos los bienes necesarios al resto de sus congéneres.

No vamos a entrar en demasiadas polémicas porque de poco sirven, pues cada cual ve lo que puede ver. Pero sí que merece la pena lanzar algunas preguntas que nos inquietan.

¿Tiene realmente la población pobre las mismas posibilidades que la rica para hacer respetar sus derechos en los países que se denominan democracias libres? ¿Tiene los mismos medios para cuidar de su dignidad humana, igual alimentación, igual sanidad, igual vivienda e igual educación que la rica? ¿Puede elegir entre los derechos que se le conceden y los que la sociedad concede a la población rica? ¿Puede la población pobre pactar en igualdad de condiciones con la rica las normas que rigen la vida ciudadana y las relaciones de trabajo? ¿Puede la población pobre subsistir sin que su trabajo sirva para procurar un mayor beneficio a la población rica? ¿Acaso no es la población rica quien establece las normas y la pobre quien las acata? Entonces, ¿puede alguien decirme de qué son libres los pobres en el mundo que gobiernan los ricos?


Pep Castelló

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Una historia épica: las hermanas negras

Leonardo Boff

Por un lado los blancos, dueños del poder, y por el otro los negros, convertidos en esclavos...

La Casa Grande y la Senzala no eran sólo construcciones sociales y físicas, que separaban por un lado a los blancos, dueños del poder, y por el otro, a los negros, convertidos en esclavos. Con la abolición de la esclavitud desaparecieron exteriormente, pero siguen estando presentes en la mentalidad de los blancos y de las elites brasileras. Las jerarquizaciones, las desigualdades sociales y los prejuicios tienen en esta estructura dualista su origen y su realimentación permanente.

La vida religiosa que se inserta en este caldo cultural reproduce en sus relaciones internas el mismo dualismo y las mismas discriminaciones. Durante todo el tiempo de la Colonia, los que poseían «sangre sucia», o sea, los que eran negros, indígenas o mestizos, no podían ser sacerdotes ni religiosos. Además del puro racismo, típico de la época, se argumentaba que ellos jamás conseguirían vivir la castidad. Esta discriminación fue internalizada en estas poblaciones deshumanizadas hasta el punto de que ni siquiera pensaban en ser curas, religiosos o religiosas.

Las consecuencias perduran hasta el día de hoy: escasez crónica de clero autóctono en Brasil. Por el número de católicos, deberíamos tener por lo menos cien mil curas. Tenemos sólo 17 mil y muchos de ellos son extranjeros.

Incluso con la revitalización de la Iglesia brasilera a través del proceso de romanización, inaugurado a finales del siglo XIX con la llegada de congregaciones religiosas europeas, las personas negras o mestizas continuaron siendo sistemáticamente excluidas. Pero hubo una ruptura inaugural: en 1928 la Congregación de las Misioneras de Jesús Crucificado, fundación genuinamente brasilera, de Maria Villa, una laica piadosa, apoyada por el obispo don Campos Barreto de Campinas, fue la primera en abrir la puerta de sus conventos a mujeres negras.

Así y todo, no escapó a la influencia de la Casa Grande y la Senzala mental: hubo una división clara entre las oblatas, hermanas negras o de poca instrucción, y las coristas, blancas y con instrucción. Hasta el hábito era diferente, azul y blanco para las coristas y negro para las oblatas. La misión de éstas, que constituían casi la mitad de la congregación, era servir a las coristas, acompañar sus trabajos y asumir todas las tareas domésticas de un convento, desde cocinar y lavar la ropa hasta mantener la huerta y cuidar de la cría de animales.

Durante cuarenta años fue así, hasta que se abrió la ventana del aggiornamento del Concilio Vaticano II (1962-1965): se abolieron las divisiones de tareas, unas en los trabajos manuales y otras en la vida apostólica. Como comentó don Odilon, obispo de Santos: «se acabó la esclavitud en la Congregación».

Esta historia ha sido recientemente investigada y escrita por las mismas religiosas negras bajo la orientación segura del p. José Oscar Beozzo con el título: Tejiendo memorias, gestando el futuro: historia de las hermanas negras e indígenas de las Misioneras de Jesús Crucificado (Tecendo memorias, gestando o futuro: história das Irmãs Negras e Indígenas das Missionárias de Jesus Crucificado, Paulinas 2009).

¿Cuál es la originalidad de este libro? Mostrar el lento despertar de la conciencia de las hermanas negras, de su identidad étnica, de sus valores específicos y de su espiritualidad singular, hecho a base de historias de la vida narradas por hermanas negras, historias de llorar, tal era el nivel de discriminación y de humillación.

Pero lo que transmite el libro no es amargura o espíritu de revancha. Al contrario, trata de rescatar la memoria de todo lo que se aprendió en esa penosa caminar, y lanzar las bases para un futuro más igualitario y respetador de las diferencias. Ellas muestran que la identidad negra no necesita ser trágica, sino que fue y puede ser épica: hecha de una sabia resistencia y del descubrimiento, lento pero seguro, de su propio camino de liberación. Las religiosas negras emergen como verdaderas heroínas y muchas de ellas con signos inequívocos de santidad. Así se supera una visión miserabilista de los negros y de las negras y se realza su inventiva, su capacidad de alegría interior, que se revela en la risa y en la fiesta, en la música y en la danza.

Este libro viene a llenar una laguna en la historiografía negra de la vida religiosa. Más que compasión suscita admiración, voluntad de conquista más que resignación. Su lectura nos edifica y nos hace humanamente más solidarios.

Leonardo Boff
http://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=355

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Ni Roma ni Copenhague

José M. Castillo

Está visto que las reuniones en la cumbre, que organizan los líderes mundiales al más alto nivel para resolver nuestros problemas, no sirven para nada. Lo venimos comprobando desde hace décadas. En este momento, cuando estoy escribiendo esta página, se está celebrando la reunión de la FAO en Roma, para resolver el problema del hambre en el mundo. Pues bien, durante los tres días que va a durar la reunión contra el hambre, mientras los reunidos disfrutan de los hoteles de mayor lujo en Roma, más de 60.000 niños habrán muerto de hambre. Todas las reuniones y afanes de la FAO no han conseguido, hasta ahora, frenar la escalada del número de hambrientos en el mundo. En menos de cuatro años, ese número se ha elevado de 800 millones a 1.020 millones. Y conste que estamos hablando de hambre severa, es decir, de seres humanos que tienen que vivir con menos de un dólar al día. Lo que significa que no pueden recibir el número mínimo de calorías diarias para poder vivir. Son, por tanto, más de mil millones de criaturas destinadas a una muerte segura y cercana.

Por otra parte, en vísperas de la anunciada reunión de jefes de Estado en Copenhague, para resolver el angustioso problema del cambio climático, ya nos han advertido los presidentes de Estados Unidos y China que no nos hagamos ilusiones. La cumbre será un fracaso. Porque los países que más contaminan no están dispuestos a disminuir las emisiones de CO 2, por más que las sequías y los huracanes, los tsunamis y el agotamiento de las energías no renovables nos amenacen a todos con desgracias y sufrimientos que seguramente no imaginamos.

¿Qué está pasando? ¿Dónde está la raíz y la explicación de un estado de cosas tan dislocado y tan irracional? Lo más inmediato y lo más evidente es que no hay voluntad política para tomar las decisiones que habría que tomar cuanto antes. Pero, ¿por qué esa falta de voluntad, en los responsables de la política y de la economía, para decidir lo que todo el mundo ve como lo más urgente y lo más necesario? ¿Es por maldad y egoísmo de quienes nos gobiernan?

Vamos a decir las cosas por lo claro. Los líderes mundiales - si es que quieren seguir ocupando los cargos que ocupan - no pueden hacer sino lo que están haciendo. Es verdad que unos escenifican mejor que otros esta macabra comedia de la política mundial. Por ejemplo, es evidente que Obama representa el papel de un buen presidente mejor que Bush. Pero también es cierto que, a fin de cuentas y en los asuntos verdaderamente decisivos para el mundo, Obama se pone de acuerdo con China exactamente lo mismo que lo hubiera hecho Bush. Con lo cual estoy diciendo que los problemas más graves relacionados con la pobreza y la muerte, la destrucción de la naturaleza y del mundo, y las causas de mayor sufrimiento para los más débiles, todo eso no se arregla quitando a quienes ahora nos gobiernan y poniendo a otros. Los que vengan seguirán haciendo lo que hacen éstos. Porque hay un problema de fondo que rebasa a todo posible gobernante que se ponga hoy a gestionar los más graves asuntos que en este momento afectan al mundo. ¿De qué se trata?

El problema consiste en que, de los 6.000 millones de habitantes que vivimos en el planeta tierra, 2.000 millones nos hemos habituado a un nivel de vida y de consumo que no es aplicable a los 4.000 millones restantes. Y no es aplicable por una razón muy sencilla: si los 6.000 millones se pusieran a consumir lo que consumimos los 2.000 millones privilegiados, que tenemos la sartén por el mango, es seguro que las energías de la tierra se agotarían en pocos años, quizá pocos meses. Si el consumo de 2.000 millones contamina hasta el extremo de que, por ejemplo, este año y a finales de noviembre tenemos temperaturas casi veraniegas, ¿es imaginable lo que ocurriría si las emisiones de CO 2 se multiplicaran por tres? La tierra da de sí para satisfacer la ambición y el egoísmo de unos pocos. Para la ambición y el egoísmo de todos no es posible.

¿Consecuencia? Los dirigentes políticos de los 2.000 millones privilegiados no tienen más remedio, si es que quieren seguir gobernando, que hacer lo que están haciendo. Porque saben que si tomasen las medidas restrictivas, que habría que tomar para repartir equitativamente la riqueza y las energías mundiales, perderían a la gran mayoría de sus votantes. Los privilegiados del mundo no estamos dispuestos a perder nuestros privilegios. Por eso votamos y votaremos a favor del que nos asegure mayor bienestar y más seguridad en ese bienestar, aunque sepamos que eso se hace a costa de negar el pan y el agua a los millones de criaturas que se mueren de hambre y de sed.

Por lo tanto, la tesis que yo defiendo - y creo que la defiendo con sólidos argumentos - es que los responsables últimos del desastre mundial que estamos viviendo somos todos. Todos los que votamos al que mejor satisface nuestras insatisfechas apetencias de vivir mejor. Lo normal y lo más generalizado es que la gente vota al que le da más garantías de bienestar y consumo, no al que promete repartir equitativamente nuestro bienestar con los que carecen de ese bienestar. Las políticas de bienestar tienen más éxito que las políticas sociales. Y no digamos nada si un aspirante a gobernar pusiera en su programa de gobierno que está dispuesto a remediar, ante todo, el hambre de los pobres a costa de que los demás ganemos menos y vivamos más austeramente. Al político que dijera eso, lo tomaríamos por loco.

Esto es así de claro y así de duro. Y de este estado de cosas son responsables, no sólo los políticos, los empresarios, los gestores del gran capital y hasta los sindicalistas. No esperemos, pues, la solución de los de arriba. Si quieren estar arriba, no pueden hacer sino lo que hacen, mientras los votantes no cambiemos de mentalidad y tomemos en serio que hay que programar nuestras vidas de otra manera: con menos ambición y más humanidad.


José M. Castillo
Artículo publicado el 20/11/2009 en diario de Granada IDEAL.

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viernes, 20 de noviembre de 2009

Iglesia: entre el ayer y el mañana

Rafael Fernando Navarro

Una sociedad viva trasciende siempre su propia estructura jurídica, la que se ha ido dando a sí misma de forma voluntariamente mayoritaria. Pero el pueblo va siempre por delante de la ley abriendo caminos, haciendo futuro, acomodando postura al desarrollo evolutivo. Cuando hace de de su código una norma definitiva, se cosifica, se inmoviliza y reposa sobre su propia mortaja. Lo humano sin devenir es una contradicción in terminis. El hombre vive la provisionalidad de su presente enriquecido por la luminosidad de su futuro. Si concibe su precariedad ontológica y temporal como dato absoluto se instala en la muerte. El rico epulón afirma su conciencia de suficiencia existencial en la quietud terminal de su presente. Esa misma noche le asalta la muerte como oscura espalda del futuro. Pretender ahorrarnos la tarea poética del mañana nos remite al metro y medio de tumba definitiva.

Mons. Martínez Camino, portavoz de la Conferencia Episcopal, ha hablado en nombre de la Iglesia anatematizando el proyecto de ley sobre el aborto. Ha sido tajante, como suelen ser los obispos cuando hablan: los políticos católicos que voten, apoyen o difundan esta ley se convierten objetivamente en pecadores públicos y por tanto no pueden ser receptores de la comunión. Quitar la vida entra en contradicción con la fe católica y en consecuencia caen en la herejía y en la excomunión que lleva aparejada.

Rouco Varela y la mayoría de los Obispos apoyan estas declaraciones de Martínez Camino. Y en las tertulias televisivas y radiofónicas se llega de forma unánime a la misma conclusión: La Iglesia dice siempre los que siempre ha dicho. Esta aparente obviedad encierra una concepción estatificada de la Iglesia. Estatificación a la que aspira siempre la Jerarquía cuando apela a su núcleo fundamental. Está basada en el derecho canónico. Lo proclama el propio portavoz episcopal. Lenin y Hitler, comunismo y nazismo instalaron el aborto como arma selectiva y ocasionaron un holocausto del que la humanidad vivirá siempre avergonzada.

¿Puede la Iglesia fundamentar su existencia en una normativa estrictamente jurídica? ¿No está en ese intento envolviéndose endogámicamente sobre sí misma y negando su proyección al mundo y al tiempo que en cada etapa histórica le toca vivir? ¿Ignora deliberadamente el Concilio Vaticano II? ¿Puede sincera y honestamente basar muchas de estas tesis en el evangelio? Lo ha pretendido de forma constante, pero su esfuerzo ha sido inútil. El evangelio no tiene repuesta para cualquier situación humana porque no se puede reducir a un código de conducta. Cuando cada acontecer humano quiere iluminarse con un párrafo de Cristo se convierte a Jesús en un divulgador de refranes y su mensaje en una colección de proverbios y aforismos tópicos.

Decir siempre lo que siempre se ha dicho no es más que un reflejo de involución, de hermetismo, de falta de proyección en el tiempo. Cuando desde una egolatría excesiva
se apela a la revelación divina, al derecho natural como interpretación unívoca y de exclusiva propiedad privada, cuando conscientemente se confunde tradición con inercia, la Iglesia queda convertida en estatua de sal, en incómoda postura de mirar el pasado, sólo el pasado, convirtiendo la libertad viviente del evangelio en contradicción flagrante e institucionalmente aprovechada del ayer como patrimonio esclerotizante.

La Iglesia tiene derecho a hablar siempre que tenga algo que decir a los hombres y mujeres de hoy. Los pétalos disecados pertenecen a libros de nostalgia.


Rafael Fernando Navarro
http://marpalabra.blogspot.com


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Pare... o siga

Adolfo Pedroza

“Delincuencia: la combinación letal de marginación y necesidades. Todos los días las páginas de policiales de los diarios aparecen llenas de muertes, asaltos y casos que conmueven a la sociedad. ¿Cuál es el origen de este problema? Muchos señalan a la marginación, la pobreza, la mala distribución de los ingresos y la falta de oportunidades para los pobres.

Hay muchas preguntas y ninguna respuesta lógica o racional. Si en cambio, buscamos una respuesta de índole espiritual, encontraremos una explicación a todos estos interrogantes. Cuando una persona no cuenta en su interior con la presencia de Dios, tiene un vació que es muy difícil de llenar, y busca saciarse de muchas formas.

Allí aparecen el consumo de drogas, o alcohol, la anorexia, la bulimia, las malas compañías... un sinfín de tentaciones que le pueden arruinar la vida a cualquiera...” (1)

Este razonamiento sigue. Es del editorial que, con el gran titulo de “Las tentaciones”, redondeará los conceptos invitando a concurrir a la Iglesia Universal del Reino de Dios, la propietaria del Periódico El Universal.

Sin poner en tela de juicio el poder de Dios que actúa en las personas y cambia sus vidas, me pareció un planteo simplista por un lado; y engañador y artero por el otro.

Viniendo de una Iglesia que tiene por lema “Pare de sufrir” y a la que es cierto que concurren miles de personas a sus reuniones, ya sean de conquistas, cadena de sanidad, cadena de la sagrada familia, de descarga espiritual, de casos imposibles, etc. me parece cuanto menos una irresponsabilidad este tipo de afirmaciones.

La tapa del periódico anuncia en letras grande “Crece la inseguridad” y luego subtitula “En los últimos días, recrudecieron los casos de asaltos y asesinatos”. Todo sobre impreso en base a una imagen del parabrisas perforado por un tiro que apareció en cuanto noticioso y/o diario usted quiso mirar... y si no quiso mirar, se lo hicieron ver igual.

Obviamente, ya en el interior del periódico, se le dedicaran las dos paginas centrales para desarrollar el tema bajo un nuevo título... que dice: “Un flagelo que no para”. Sin embargo es llamativo que aquí sólo se citaran fuentes de otros diarios pero no se expresaran opiniones propias ni se continuará con la línea del editorial de la misma edición. Aparecerá el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires pidiendo “más dureza y rigor” y todavía habrá lugar para un recuadro en el que el ministro de seguridad bonaerense hará referencia a lo vetusto del Código Penal para pedir nuevamente que se debata la imputabilidad de los menores de edad.

Este tratamiento del tema será leído por 211.200 personas (tal la cantidad de tirada de ejemplares) a quienes le llegaran en forma gratuita y que quedaran a la merced “de tantos embajadores de la muerte que andan por allí sin Dios”. Y nada más se les ampliará de aquello que soslayaba el editorial nombrando a la marginación, la pobreza, la mala distribución de los ingresos y la falta de oportunidades para los pobres.

Desde mi visión de la fe, Dios será nuevamente “vendido” como el “tapagujeros” que puede resolver estos problemas; y entonces, los gobernantes, estos líderes religiosos, el sistema capitalista y globalizado, quedarán nuevamente “libres de culpa y cargo”.

Eso sí, cuando autoricemos la imputabilidad de menores de 16 años estas cosas dejaran de ocurrir, ya que en forma directamente proporcional la marginación, la pobreza, la mala distribución de los ingresos y la falta de oportunidades para los pobres, habrán cesado. Llegado a este punto y sintiéndome una vez más engañado y defraudado por una sociedad que hace de la hipocresía una forma de vida, déjeme decirle para ir cerrando: “Dios nos ayude” + (PE)

(1) Parte inicial de editorial de Pág.2 de “El Universal” Año XI – Nº 587/Edición Nacional/8 al 14 de noviembre 2009

Adolfo Pedroza
Agencia de Noticias Prensa Ecuménica - 18/11/2009 - PreNot 8557
www.ecupres.com.ar

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Honrar la vida

Walter Dennis Muñoz

“…Merecer la vida no es callar y consentir tantas injusticias repetidas……” Eladia Blázquez

Pienso en la reunión de la FAO en Roma donde los países ricos brillaron por su ausencia. La pobreza no es un destino humano, es un resultado político, económico y cultural. No es simplemente un abuso es el resultado de los usos de un modelo de poder apoyado por los medios masivos, la clase política, y los poderes económicos imbricados con el poder militar y las formas con las cuales se controla todo intento de un mundo más justo. Justo será este planeta cuando la riqueza natural y tecnológica sea un bien común. No digo con esto que no debe haber mercado, empresarios, financistas, digo claramente que este modelo actual ha dado los resultados que hoy sufrimos. Hay un texto neo testamentario que dice que dios ha escogido lo flaco del mundo para avergonzar a lo fuerte. No hago lecturas sociales o económicas. Creo que lo flaco que puede avergonzar a lo fuerte es la razón. La cultura cristiana occidental no tiene argumentos ni bases racionales para justificar las inaceptables injusticias planetarias, el hambre, los niños de la guerra, la esclavitud infantil, el neocolonialismo en África por ejemplo, comprando tierras productivas y en latinoamérica medios masivos, empresas estratégicas como telefonía, petróleo, etc.

Con ello anexan sectores conservadores preparados para ser funcionales a esos poderes económicos y tecnológicos y mantienen un conflicto social cada vez más agudo, como ejemplo Honduras, donde unas simples reformas, como consultar al pueblo significa derrocar un gobierno legítimo. De ese modo las salidas que pueden permitir una participación más activa en la riqueza de esos países se exageran y los poderes locales con sus medios masivos distorsionan los verdaderos objetivos de una democracia participativa. El discurso verborrágico del Presidente Chávez no le ayuda a que se comprenda lo legítimo de su propósito. Los líderes políticos deben aprender lo que enseñara Ortega y Gasset cuando decía que cuando tenemos parte de la razón y pretendemos tener toda la razón terminamos por perder esa parte de razón que teníamos originalmente.

El escritor Carlos Fuentes lo llama payaso no tengo información que decía cuando en Venezuela el petróleo sirvió para enriquecer presidentes y sectores que lo controlaban mientras el pueblo se quedaba en la ignorancia y la miseria.

En el año 2000 me tocó ir a la República Checa, entramos a los primeros pueblos lindantes con Alemania desde Chemnitz que en el período comunista se llamó Karl- Marx-Stadt y curiosamente en su avenida principal aún existía una inmensa cabeza en fierro fundido de Marx . Esas carreteras eran lindas y arboladas y en el regreso en un día lindo de sol de pronto distingo una jovencita, rubia, se veía linda vestida de blanco en medio del camino orillando los árboles y más adelanto otra y luego otra más incluso unas chicas morochas en unas jaulas de vidrio como para darme cuenta que esas jovencitas recién entrando a la vida encontraban en esa profesión una manera de salir a flote. En ese entonces el marco equivalía a 16 coronas checas. El presidente era Vaclav Hável, reconocido escritor, que sus fantasías literarias no le permitieron ver que para esas chicas debió haber habido otro camino.

Vivir no es sólo transcurrir es honrar la vida. Copenhague será otro fraude?¿Habrá hablado el Presidente Obama con el líder chino algo más que los intereses comerciales de ambos países.?

Una reflexión más. En Chile una mujer con un cáncer avanzado quiere seguir viviendo pero los remedios que le permitirían vivir más tiempo eran inalcanzables para ella por su precio, entonces tuvo que hacerle un juicio al Ministerio de Salud, el que ahora tiene que proveerle ese remedio que es muy caro. El Ministerio de Salud repito el término, de salud, apeló la sentencia con una frialdad abismante. Como es un caso ya avanzado sería suficiente darle paliativos y dicho en términos populares para que gastar pólvora en gallinazo. ¿Cuándo dejó el colectivo médico de honrar la vida? ¿Cuándo lo hemos dejado nosotros al guardar silencio ante la direccionalidad cínica del planeta?


Walter Dennis Muñoz
Periodista
http://www.kaosenlared.net/noticia/honrar-la-vida

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jueves, 19 de noviembre de 2009

Sólo cielo y milagro hoy no es suficiente

Eduardo Pérsico

Qué bien vendría a deidades y dioses de los diversos credos venir a este planeta sin ojos de turista.

Han pasado los siglos, alguien diría unos miles, y algunas salvaciones jamás nos han llegado. Si hay mágicas deidades más halla del elenco que propone el Olimpo, es una duda grande que ninguna se atreva a convivir con especies que fueran su proyecto. Según tanto se repitiera de nosotros ‘hechos a semejanza de dios’, sin formato de peces o mirada en la nuca y tipos comunes como usted, yo y el otro, les pedimos a las divinidades visitar este planeta como sea. Sin milagros ni misas muy suntuosas queremos solamente que se ocupen de equilibrar los tantos de este siniestro juego diseñado en la tierra. Aunque embarren su aureola por estos arrabales que junta condenados por el hambre y el frío, rincones apartados de cualquier esperanza, esperamos hallar algún sobrenatural todopoderoso que disponga un cambio, donación o trueque de nuestra agobiadora realidad. Según lo conocido, nadie creíble marinero o terrestre, vio angélicas figuras bregando por la repartición de comida, o advirtiendo a señores adueñados del mundo que todo es de la tierra y con la muerte, muere. De aquí ningún mortal se lleva ni las migas; los diamantes deslucen la mortaja y con la cremación todo metal se altera, pierde sus propiedades… Qué bien vendría a deidades y dioses de los diversos credos venir a este planeta sin ojos de turista. Por favor, recorrerlo con ganas y verlo según es; con sus pícaros sermoneando en los templos y absolviendo pecados cada cual a su precio, y que al pasar llenan con crédulos turistas bien vestidos la famosa plaza egregia de los romanos. Esa renombrada representación que cualquier domingo ofrecen esos artistas estelares con bonetes de dibujo animado, ropas carnavalescas y un lenguaje confuso de exigir a los mortales comunes que sean buenos, desechen la riqueza, se amen unos a otros y abatan la pobreza.


¿De qué hablan estos pastores además de proponernos regularmente que ante la tentación carnal hagamos el amor rezando un padrenuestro? No jodamos, arengar a desechar la riqueza a esos que sin alcanzar fortuna comen siempre, es un guiño cómplice con los furibundos cultores religiosos por la propiedad privada de sus bienes. Dueños de cuantiosas fortunas, aunque no tanto y también mucho menos, hoy están decididos a liquidar hambrientos cómo sea, en tanto los miserables de la tierra que sólo por seguir vivos delatan la inequidad del sistema económico implantado en el planeta, - que a las sectas religiosas no les sugiere ningún remordimiento litúrgico- se empecinan en seguir comiendo. Ese algo natural de cualquier especie a la sobrevivencia, pareciera la gran preocupación de las clases medias bajas hacia arriba en la Argentina que conocemos. Ese renombrar técnicamente ‘acabar con la pobreza’ la lucha contra los miserables, esconde una mentira diabólica y cruel porque al mismo tiempo los pudientes favorecidos por navegar en estas aguas, sin cesar aumentan su agresión a los desposeídos. En nombre de la democracia, la seguridad jurídica y cualquier ardid que se les ocurra, los dueños verdaderos del Poder usan a sus fabricantes de opinión, - medios de comunicación, corporaciones místicas, farándulas varias y delirantes orientadores conceptuales- en aleccionar que el sistema económico, social y financiero que ellos disponen es el único respetable y posible. Cualquier actitud contra sus intereses es antidemocrático, criminal o terrorista, y debería eliminarse por el ‘gatillo fácil’, frecuente método policial, o reclamando sin cesar el endurecimiento de las condenas contra los menores. No hay código penal que los conforme y aunque disfracen el pedido de pena de muerte contra cualquiera, jamás aceptan ni discuten el mejor reparto de los bienes y mucho menos el régimen de propiedad de la tierra. A ellos les resulta hereje toda vocación en organizar comarcas en la que coman todos, y esa cerrazón o tozudez del Poder y sus adoradores ante las encerronas del sistema, hoy exhiben un patetismo rígidamente teatral.

Pero se llame capitalismo o de distinto nombre pero incapaz de repartir los panes, por aquí nada sirve y así ninguna deidad mágica o prodigiosa se apiada de este planeta menor con nosotros encima. Aunque eso sí, parece que el Pentágono y el Departamento de Estado disciplinando a la *SIP, le avisaron a los dioses que no se inquieten porque ellos se ocuparán de todo. (noviembre del 2009)

*SIP: Sociedad Interamericana de Prensa, representativa de las corporaciones y dueños de medios de comunicación.


Eduardo Pérsico
escritor, nació en Banfield y vive en Lanús, Buenos Aires, Argentina.

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Yo te contesto Bergoglio

Profesora María Cristina Saborido

Yo te contesto, Bergoglio.
Tal vez porque después de tanto tiempo puedo tomar distancia.
Tal vez porque después de tanto tiempo ya no siento que se subleva mi corazón y se enloquece la vena de mi garganta ante tanta desfachatez de parte tuya y de los curas que te acompañan.
Tal vez porque los años pasaron para vos y para mí y al pasar me dejaron esa desolada sensación que es extrañar.
Yo te contesto.

Y le contesto a ese solapado intento de trazar los caminos que al parecer debemos caminar para salvar el alma y vivir en un País en el que reine la concordia a partir de perdonarnos o tal vez reconciliarnos.

Despojado de la humildad que debieras mostrar por tener el culo sucio de reconciliación has hablado
Y te planteo ¿Reconciliarnos? ¿ con quién o con quiénes?
¿Con los que comulgaban de día y asesinaban de noche?
¿Con los que nos pasaban sus sucias manos por los pechos y pezones mientras con sus lenguas nos baboseaban estando atadas y sin poder defendernos?
¿Con los que se robaban los hijos de las que parían para entregarlos a familias de milicos?
¿Con los que se burlaban de nuestras madres y las llamaban locas?
¿Con los que nos estrellaban las cabezas contra las rejas de las celdas para gozar sádicamente con los lamentos y los gritos de dolor que el hierro rompiéndonos la carne producía en nuestros cuerpos?

Te has atrevido a sermonear teniendo el alma negra y el culo sucio.
Y al hacerlo lo has hecho desde la impudicia de la inmoralidad que debiera hacerte guardar un silencio recoleto.
Porque debieras responder con el silencio al silencio que producen en mi alma la muerte de tantos compañeros que no aparecen.

30.000 compañeros no volvieron, 30.000 silencios en el silencio de ese horror que fue que la Iglesia delatara y entregara a los corderos a la muerte.

¿Por qué hablas ahora y no lo hiciste entonces?
Pudiste hacerlo... otros lo hicieron.
Vestían la sotana y andaban por las villas, fueron mis compañeros.
No regresaron.....

Desde este extrañar que se hizo costumbre en cada día de mis días.
Desde este llorar por las noches a escondidas.
Desde este sentir que algún día volveré a abrazarme en un abrazo con tantos compañeros que se fueron.
Desde esta convicción de saber que la Iglesia fue una mierda delatora que entregaba y señalaba.
Desde este sentimiento de resistir a tanto inmoral vestido con sotana que cree que el discurso y las palabras han de acallar los gritos que duermen en mi alma.

YO TE CONTESTO BERGOGLIO.

Y lo hago convencida que hay otros como yo que sienten lo que siento.
Teniendo el culo sucio, teniendo el alma negra y habiendo pactado con el diablo no podés venir a hablar cuando callaste.

Silencio recoleto, mea culpa y muchas oraciones que tal vez perdonen tus pecados
Porque yo que soy sobreviviente, no te perdono.

Tampoco olvido.
Y menos aún me reconcilio.

Algún día empezarán a respetarnos.

HASTA NUNCA MÁS BERGOGLIO O HASTA QUE VUELVAS A ABRIR LA BOCA.

Profesora María Cristina Saborido
Ex - detenida - desaparecida Pozo de Banfield/Quilmes en Julio/ 77
http://www.agenciawalsh.org/aw/index.php?option=com_content&view=article&id=3790:frente-al-peor-silencio&catid=42:j-y-c&Itemid=70


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viernes, 13 de noviembre de 2009

Entre modelos de hambre y alboroto

«…vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo, y engañarán a muchos…» Marcos 13,1-8

Fabián Paré

Los discípulos le decían a Jesús mientras salían del Templo: “Mira qué piedras, y qué edificios” (Mc 13,1), terminaban de recibir una enseñanza en torno a la ofrenda de la viuda, pero seguían con su atención cautivada en lo que engañaba a la vista. Es algo que nos pasa seguido, casi sin darnos cuenta de qué es lo que está por detrás de lo que se muestra a simple vista. Nos sucede con los dirigentes que nos gobiernan, rara vez llegamos a tener claro qué es lo que realmente está por detrás de lo que nos dicen en sus discursos; suele pasar en nuestras relaciones institucionales, donde a veces tampoco se sabe bi en qué es lo que está por detrás de las acciones -intenciones- de jefes, compañeros o colegas; y también puede suceder con las personas con las que nos relacionamos, a veces después de mucho tiempo recién se vislumbran las verdaderas razones que se ocultaban tras la relación. Lo que no podemos negar es que, hasta que suceda algo que nos desengañe en esas situaciones, uno/a se mantiene cautivado/a con lo que ‘parece ser’. La mirada cautivada por lo que aparenta ser, lleva a grandes frustraciones en pueblos, grupos de trabajo, familias, y personas. La historia nos muestra que aparecen nuevos personajes que prometen mejorar los roles desempeñados anteriormente a él/ella, y procuran con todo su esfuerzo seguir cautivando la atención de los demás en apariencias (que lo sostengan allí), y hay sectores que se dejan cautivar (por diferentes motivos: privilegios, coimas, identificaciones, afectos, etc.)

Es cierto que se puede cautivar la atención de una o más personas por el ofrecimiento de privilegios, o a cambio de un reconocimiento afectivo que no reciben de otro lado, pero también puede ofrecerse como la mejor opción; es decir, no ‘lo mejor’ pero entre lo que hay para elegir…; esto último es sembrar el miedo a algo distinto. En nuestra ‘democracia’ solemos escuchar: ‘antes que este, prefiero a este”, en situaciones de violencia familiar se escucha de la persona violentada que debe haber razones que motivan la violencia y que está bien (justificación por miedo); y en las organizaciones los ‘costos políticos’ de las a lianzas o no alianzas al poder de turno, están configuradas por una mezcla de miedos, afectos, y privilegios. Toda persona que sea ‘cautivada’ por privilegios, miedos y afectos (que no puede elaborados en lo personal), quedan a merced del que ‘negocia’ ofreciéndose a cambio de ello, como el sostén del ‘modelo’, ‘ejemplo’, ‘salvación’. Sin embargo, estos ‘salvadores’, dejan detrás de sí pobreza, hambre, dependencia, autoritarismo, divisiones, heridas en el alma del pueblo que confió en esa manera de hacer las cosas. Así se cultivan sentimientos de desengaño, frustración, decepción, desesperanza, y soledad, y mientras se siga dejando rastros de este tipo, los ‘modelos’ que se presentan como ‘salvadores’ no dejan de ser más que engañadores.

Hoy en día, más que personas ‘salvadoras’ se presentan modelos que están avalados por grupos de alianza que asumen el rol de ‘los salvadores’. Una persona sola ya es difícil que capte la atención de muchos, por ello son necesarias estrategias que cuenten con ‘aliados’. Lo que sucedía en el Templo en la época de Jesús, era resultado de un modelo de alianzas que permitían un funcionamiento interno, ese modelo -como tantos otros- dejaba de lado a la parte del pueblo pobre, enfermo, y la parte que no era ‘cautivada’ por su discurso. Este es el edificio, o modelo, donde no quedará piedra sobre piedra (Mc 13,2). Por ello el desafío propuesto por el evangelio, es de ir encontrando un modelo de convivencia (como pueblo, u organización laboral, familiar, religiosa, o de relaciones interpersonales cuales fuera), que lleve a cabo su funcionamiento sin pretender la eliminación de una parte para que se salve otra, que contemple distintas miradas y que a través del diálogo se llegue a soluciones de sentido común, preservando los intereses de Dios y no los de la alianza-poder de turno.

De acuerdo a los propósitos de Cristo ¿Cómo se puede evaluar si un modelo fue o es eficiente? Pues en la medida que se crezca en la autonomía del pueblo y de personas, y se reduzca el autoritarismo y las divisiones, en la medida en que crezca en educación, salud y trabajo, y se reduzcan los sentimientos de desesperanza, decepción y soledad; es entonces que verdaderamente estará actuando Cristo, y no alguien o algunos, que dicen ser enviados por él.


Fabián Paré
http://clailiturgia.org


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Cuando cayó el Muro de Berlín otros lo remplazaron

Marcos Roitman Rosenmann

El mundo se encontraba dividido entre países comunistas y mundo libre. La guerra era total y se mostraba en todas las dimensiones de la vida cotidiana. Desde el lenguaje propagandístico hasta lo sutil de las películas de espías o los inocentes cómics donde los buenos y los malos siempre eran los mismos. En Occidente no existía mayor vergüenza que el Muro de Berlín y así fue adjetivado. Tras el llamado telón de acero se encontraban las tinieblas, el frío, el hambre, la falta de libertad y un sistema perverso e inhumano.

Todo estaba permitido dentro de la estrategia por derribarlo. Eran tiempos donde la derecha conservadora, en Estados Unidos, tomaba el mando y Ronald Reagan variaba la política de su antecesor James Carter. Ya no habría contemplaciones con los soviéticos y sus aliados. El comunismo debía retroceder, cualquier maniobra se justificaría en pro de este objetivo. Sus aliados perdían autonomía dentro de un nuevo escenario mundial. Se trataba de pasar de la distensión a la disuasión. Una nueva política de seguridad hemisférica emergía en el Pentágono y la Casa Blanca. Se apoyaba a los talibanes en Afganistán y no había reparo en manifestar su total compromiso con las dictaduras del cono sur. Asimismo se emprendía por primera vez una acción política institucional destinada a revertir procesos. Pasaban a mejor vida las acciones encubiertas para derrocar gobiernos democráticos. Ahora serían la Cámara de Representantes y el Senado estadunidenses quienes otorgarían fondos públicos para dichas maniobras. La intervención en la isla de Granada fue el primer aviso. Más adelante se armó y financió a la contra nicaragüense para desestabilizar al gobierno sandinista. Y las fuerzas armadas de El Salvador y Guatemala disfrutaron de similares fondos para luchar contra los ejércitos de liberación nacional. Honduras se constituyó en el portaviones de la región y Panamá acabaría siendo invadida bajo estos parámetros, subvencionando a sus cipayos. Costa Rica, país sin fuerzas armadas, recibiría decenas de millones para compras de helicópteros, armamento ligero y semipesado. Su incremento relativo en gasto militar fue el más elevado de la región llegando a su pico durante el gobierno de Óscar Arias. Estas políticas se reflejan en los documentos de Santa Fe I y II y el Informe Kissinger para Centroamérica.

Poco espacio había para la acción de los países no alineados. Su actividad era cuasi testimonial, aunque expresaba una posición firme demandando la no intervención, el derecho de soberanía y el cese de la carrera armamentista. Igualmente, sus programas eran parte de un proyecto democrático ligado a la lucha antimperialista. Pero poco se podía hacer. Las grandes potencias y los bloques militares se contraponían bajo un peligroso escenario nuclear. La OTAN y el estado mayor del Pacto de Varsovia no ahorraban esfuerzos ni medios para neutralizar al enemigo. En este contexto el Pentágono diseñará la estrategia de misiles conocida como la guerra de las galaxias. La Unión Soviética, asustada por la dimensión del plan, decidió echar toda la carne en el asador. Así, destinó más fondos a la industria militar, lo que supuso el principio del fin. No había manera de hacer frente a las necesidades de la economía civil. El colapso era cuestión de tiempo. Mientras tanto, la guerra de las galaxias nunca llegó a ponerse en práctica. Fue una cortina de humo que los servicios de inteligencia soviética no lograron desentrañar.

En esta lógica y como un castillo de naipes, un sistema político articulado bajo el control de los partidos comunistas se derrumbaba. Polonia y el movimiento Solidaridad encabezaron el lento declive del comunismo realmente existente. Más tarde no hubo tiempo para pensar en las alternativas socialistas y democráticas. Resurgieron los nacionalismos y el mapa europeo se recomponía. Los países se quebraban y las guerras civiles y étnicas apoyadas por Occidente daban sus frutos. El mapa político cambiaba. Una multitud de nuevos estados emergía al amparo del reconocimiento de Francia, Alemania y el propio Estados Unidos. Así, se entremezcló la justa reivindicación por mayores espacios de participación y justicia social con la emergencia de proyectos asociados a una nueva distribución del poder internacional con hegemonía del capitalismo neoliberal. Los países occidentales apoyaron y financiaron a los disidentes y los partidos anticomunistas. Los procesos electorales fraudulentos los auparon al poder. La euforia prendió en las calles. En Rumania no hubo contemplaciones. Se ajustició, se asesinó y se encarceló desde el presidente hasta los agentes de la seguridad. El camino fue similar en otros países. Sin olvidar que en la Unión Soviética el Partido Comunista fue declarado ilegal por quienes habían sido sus dirigentes. Pero ya nada importaba, el objetivo se había cumplido. El capitalismo salía triunfante en medio de una reconversión neoliberal. La caída del Muro de Berlín sería el emblema. Inicialmente destruido a martillazos y más tarde por el hacer de las palas mecánicas desapareció de un plumazo. Casi 30 años de historia se hacían añicos. Hoy salvo los berlineses mayores de 20 años saben por dónde pasaba. Mientras tanto, los turistas se conforman con adquirir un trozo en las tiendas de souvenirs. Su triste final, convertirse en una mercancía, no estaría seguramente presupuestado entre los objetivos de sus constructores. Asimismo, su destrucción fue más que un símbolo, el acontecimiento se dotó de un mensaje: nunca más deberían levantarse muros políticos, ni ideológicos. La humanidad había aprendido la lección.

Ahora bien, cuando muchos se sintieron libres y partícipes de un nuevo mundo sin muros, otros han ido emergiendo, esta vez dentro del propio capitalismo. Sus arquitectos son los actuales afectos a las políticas sistémicas, sean socialdemócratas, neo-oligárquicas o liberales. De esta guisa Israel levanta su muro para evitar la libre circulación de los palestinos. En España se erige otro para frenar la inmigración y mostrar el poder de Occidente. Rodeado de alambradas, vigilado por militares provistos de armas con sensores de calor, y carteles disuasorios escritos en castellano, árabe, francés e inglés, se convierte en la frontera que divide el mundo de la opulencia de aquel representado por los países pobres. Y por último, en Brasil, Lula construye una barrera para separar los barrios ricos de las favelas. Todos ellos muros de la indecencia a los cuales debemos sumar los de la ignominia. Éstos son visibles para unos pero invisibles para otros. Siempre han existido y tienen nombre; son el muro del hambre, la explotación, el colonialismo, la xenofobia y el racismo. Por tanto, celebrar la caída del Muro de Berlín es más bien un acto de hipocresía si con ello buscamos descalificar las luchas anticapitalistas y democráticas. Ni el socialismo ha sido derrotado ni el capitalismo se yergue triunfante.


Marcos Roitman Rosenmann
http://www.telesurtv.net/noticias/opinion/1470/cuando-cayo-el-muro-de-berlin-otros-lo-remplazaron/

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miércoles, 11 de noviembre de 2009

Los retos de la teología en el siglo XXI

José Comblin

Nuestro punto de partida será la distinción entre religión y evangelio. El cristianismo no es originalmente una religión y Jesús no fundó ninguna religión. Más tarde los cristianos fundaron la religión cristiana, creación humana y no divina.

La religión es producto de la cultura humana. Hay una gran variedad de religiones, y todas tienen la misma estructura aunque muy diversas en su forma exterior. Todas tienen una mitología, un culto y una clase dedicada a su ejercicio. En eso la religión cristiana no es diferente de las demás. Ella también es creación humana, producto de diversas culturas. La religión es una realidad básica de la existencia humana. Plantea los problemas del sentido de la vida en esta tierra, el problema de los valores, el lugar del ser humano en el universo, y el problema de la salvación de este mundo de todos sus males.

La religión ha sido muy estudiada por la antropología religiosa, por la sociología religiosa, por la sicología religiosa, por la historia de las religiones. Todo eso ilustra también la religión cristiana. Por ser creación humana, la religión cristiana ha cambiado y puede todavía cambiar en el porvenir según los cambios de la historia. Este es incluso uno de los grandes desafíos de la hora presente, porque la religión cristiana está agotada y no ofrece respuesta a la orientación de la cultura actual, salvo restos del pasado.

El evangelio de Jesús no es una religión. Jesús no fundó ninguna religión: no proclamó una doctrina religiosa o una mitología, ningún discurso sobre Dios, no fundó ningún culto y no fundó ninguna clase clerical. Jesús proclamó e inauguró el reino de Dios en la tierra. El Reino de Dios no es ningún reino religioso, es una renovación de toda la humanidad, realización que cambia el sentido de la historia humana, abriendo una nueva época, la última. Es un mensaje para toda la humanidad en todas sus culturas y religiones. Se podría decir que es un mensaje y una historia meta-política.

Puesto que los seres humanos no pueden vivir sin religión, los discípulos de Cristo durante 2000 años construyeron una religión que fue como el revestimiento del mensaje cristiano, con el peligro de transformar el cristianismo en una religión. El revestimiento religioso puede ocultar el mensaje del evangelio o puede conducir a ese mensaje según la evolución de la historia. En muchos casos la religión ocultó el evangelio. Los cristianos enunciaron una doctrina que usó muchos elementos del judaísmo o de las religiones no cristianas ni judías, crearon un culto de la misma inspiración y crearon todo un sistema jurídico que encuadra una institución muy compleja.

Podemos decir que la historia del cristianismo es la historia de una tensión o de un conflicto entre religión y evangelio, entre una tendencia humana hacia la religión, y las voces o las vidas de los que querían vivir según el evangelio.

Las religiones son conservadoras y creen en un mundo permanente en el que todo recibe una explicación religiosa. La religión cambia inconscientemente pero resiste ante cualquier solicitación de cambio voluntario. Muchos cristianos y estructuras cristianas luchan sin saberlo contra el evangelio. Hay algo de verdad en lo que decía Charles Maurras, ateo francés del siglo XX, cuando decía que felicitaba a la religión romana por haber sacado del cristianismo todo el veneno del evangelio. Es un poco exagerado pero sugestivo.

El evangelio es cambio, movimiento, libertad. No puede aceptar el mundo que existe, porque tiene que cambiarlo. El evangelio es conflicto entre ricos y pobres. Es opción entre ricos y pobres. En la religión ricos y pobres son parte de la armonía general. Son así porque tiene que ser así, aunque los ricos tengan que ayudar a los pobres sin cambiar esa estructura creada por Dios o por los sustitutos de Dios. La religión quiere paz, aunque sea con alianza con los poderosos. El evangelio quiere conflicto.

La tarea de la teología es mostrar la distinción, buscar lo que es el evangelio y todo lo que se añadió y puede o debe cambiar para ser fiel a ese evangelio. Es libertar el evangelio de la religión. La religión es buena si ayuda a buscar el evangelio y no a olvidarlo bajo el revestimiento religioso. Es una necesidad humana pero tiene que ser investigada y corregida.

La teología está al servicio del pueblo cristiano o aun no cristiano, para que conozca el verdadero evangelio y pueda llegar a la fe verdadera y no a un sentimiento religioso. Durante siglos la teología estuvo al servicio de la institución para defenderla de las herejías o de los enemigos de la Iglesia. Así fue después de Trento hasta el siglo XX y en muchas regiones hasta Vaticano II. Fue apologética, arma intelectual en el combate contra las Iglesias reformadas y toda la modernidad, al servicio de la jerarquía. De cierto modo era un arma dirigida contra los laicos para que no se dejaran seducir por los enemigos de la Iglesia. Hasta Trento la teología era comentario de la Biblia, libre, abierta a todos, como trabajo intelectual gratuito. La Reforma partió de teólogos y entonces la teología estuvo bajo el control estrecho de la jerarquía.

1. Dios

La mayoría de los católicos entiende por la palabra Dios, una idea de Dios común a toda la humanidad con formas diferentes. Dios sería un Dios cósmico. Está dentro del cosmos como su creador o su ordenador. Es todo-poderoso, eterno, omnisciente, capaz de castigar o de recompensar, sensible a las oraciones y exigente de sacrificios y donaciones. Hay que pedirle perdón y pagar ese perdón por varias prestaciones. Es parte del universo al nivel más alto, sentado en el cielo de donde dirige el mundo entero. Es el autor del orden o de lo que los seres humanos llaman orden del mundo y que en realidad es el desorden del mundo. No quiere que se cambie ese orden.

Creen que conocen a Dios y no lo conocen. Conocen apenas una idea común a toda la humanidad bajo muchas formas diferentes. No conocen a Dios, porque a Dios nadie jamás lo ha visto y nadie sabe lo que es. Se creen que lo conocen, se equivocan y engañan a los demás.

2. La revelación

Dios se dio a conocer en Jesucristo. Anunció esa revelación por los profetas, pero no se había revelado. Se dio a conocer en la vida de Jesús. Jesús no lo dio a conocer por medio de palabras, discursos o de doctrinas. No ha hecho nada de eso. Nunca dijo lo que era el Padre en forma teórica. En eso hace caducar cualquier discurso sobre Dios y cualquier teología que son construcciones humanas. Suponen que ese discurso expresa lo que Jesús quiso decir y no dijo. Es un error. Si no lo dijo, ese mismo silencio ya es una revelación.

La Palabra o la revelación de Dios se hizo carne. No dijo hombre porque hombre es una categoría ambigua. ¿Qué es ser hombre? La doctrina oficial de la Iglesia se inspira en las categorías griegas que usaron los grandes Concilios que hablan de dos naturalezas en Jesús: la divina y la humana. Jesús tendría una naturaleza humana. Pero la palabra naturaleza no dice nada de lo que Juan quiere decir. Jesús era carne, lo que significa una vida humana con toda su debilidad, expuesta a todos los accidentes del mundo material, una vida hecha de esperanzas, ilusiones y desilusiones, proyectos, éxitos y fracasos, hecha de alegría y tristeza, que finalmente termina en la muerte. La carne es todo eso y mucho más.

La Palabra se hizo carne, o sea Dios se hizo carne. Esto significa que Dios abandonó todo su poder y se hizo débil como cualquier ser humano. Ni siquiera aceptó lo que lo que es poder en la sociedad humana. Dios se hizo pobre, laico, sin dinero, sin poder político, sin poder cultural. Se hizo un campesino de Galilea, provincia maldita por los judíos fieles a la ley. Dios es débil, conoce el sufrimiento, la persecución, la muerte infamante de la cruz. El Padre no se separa nunca del Hijo. El uno está en el otro.

¿Dónde está la revelación de Dios? Está en la vida de Jesús, primero en el proyecto global de su vida. Jesús tenía un proyecto bien definido que expuso en todas sus acciones y sus palabras. El proyecto es un cambio radical de toda la humanidad en vista de una humanidad justa y fraterna. En este proyecto constan: la declaración de obsoleta de la religión de Israel para volver a las promesa de Abraham; la polémica contra las autoridades que quieren mantener el sistema judaico hasta el conflicto final que desemboca en la cruz. La cruz es la conclusión final de la lucha contra los defensores de la ley tradicional del judaísmo. Además, Jesús da las señales de la nueva humanidad por el cuidado de los enfermos, el privilegio de los dominados y las víctimas acusados de ser pecadores, la elección de un grupo de discípulos encargados de comunicar el evangelio en el mundo entero; las señales de apertura hacia los paganos y los herejes samaritanos; el reemplazo de la ley por la libertad. Jesús quiere una humanidad libre. Pablo resume muy bien cuando define el cristianismo como llamado a la libertad. Lo que hizo Jesús revela al Padre. No podemos leer las páginas del evangelio fuera de su contexto global que es el proyecto de vida de Jesús.

3. La libertad de Dios

La libertad de Dios se muestra en esto que hace abandono de todo poder. La vida de Jesús es sin poder, no se impone, no condena, no obliga, programa que fue el de dom Helder cuando llegó a Recife: dos palabras prohibidas, mandar y exigir. Jesús muestra el camino andando como lo hace. Viene a abrir el camino hacia una humanidad libre. En ese camino no hay ningún poder. Actúa libremente sin miedo, resiste las tentaciones de poder del Satanás, entra en conflicto con todas las autoridades sin miedo y con la mayor audacia. Dios respeta la libertad de los seres humanos y con eso les abre el camino a la libertad para que sigan ese camino. La cruz muestra el camino de la libertad: mejor morir que matar. Cree en la eficacia de la muerte porque sabe que Dios pasa por el camino de la libertad sin dominación. La fuerza de Dios está en el testimonio y en el amor a los rechazados, pecadores, víctimas, pobres en general. Esas son sus fuerzas. Es un Dios muy diferente de los dioses imaginados por las religiones, incluso por la religión cristiana.

La libertad procede del amor y el amor procede de la libertad. Amar es hacer hombres y mujeres libres o más libres. La libertad consiste en amar. Para amar es necesario ser libre. Los seres humanos son prisioneros de su individualismo, de su preocupación por sí mismos que es lo que impide el amor. Dios es amor porque hace otros libres. En eso consiste su amor. El es libre y quiere que los seres humanos sean libres también.

4. La liberación de los hombres y mujeres

La historia de la humanidad es historia de la libertad. Pues los seres humanos no nacen libres, nacen dentro de una sociedad de dominación y explotación. Hay hombres y mujeres que dominan a otros y les someten a su voluntad, al servicio de su riqueza, de sus privilegios, de su poder. Hay una inmensa masa de hombres y mujeres dominados, explotados, excluidos para que otros puedan dominar y crecer. Por eso, la historia es una lucha constante y siempre repetida de los poderosos para imponer su dominación a los dominados, y los dominados luchan o tratan de luchar para defender su subsistencia, y conquistar algo de libertad.

Todas las religiones ofrecen una imagen de la humanidad como algo fijo, estable, positivo globalmente, inmutable, creación de Dios. Querer cambiar es estar contra Dios. La religión cristiana ha enseñado eso por lo menos desde el 4° siglo y ya antes. La religión no acepta otro conflicto que no sea conflicto de las religiones. Para Jesús el conflicto no es de religiones, es el conflicto de dos clases, los dominadores y los dominados. Por eso Michel Henry, filósofo cristiano contemporáneo puede decir que el primer filósofo cristiano fue Karl Marx. Los filósofos griegos fueron filósofos del ser, del orden del ser, tanto Platón como Aristóteles. En lugar de ser buenos servidores de la teología, la apartaron del evangelio.

La dominación personal, grupal, estructural es el pecado que existe desde los orígenes de la humanidad. No es una obligación, pero todos los seres humanos contribuyen para mantener esas estructuras de dominación. Es un pecado de todos y es el pecado del mundo que tiene tanta fuerza en la humanidad que los seres humanos no pueden libertarse de esa dominación del pecado por sí solos. Son víctimas del pecado y pecan por sumisión al pecado universal. Jesús viene a libertar a los seres humanos de la esclavitud del pecado. El poder es la gran tentación: en lugar de ser servicio se transforma en dominación. Por eso, Dios no manifiesta ningún poder porque ha renunciado a todo poder de dominación o imposición. Jesús está libre del pecado porque no domina, no acepta ninguna forma de dominación.

5. El lugar de los pobres en la liberación

Todas las religiones predican que hay que ayudar a los pobres. La limosna es sumamente estimada en todas las religiones. El evangelio dice otra cosa.

El evangelio se dirige a los pobres porque ellos son los llamados a liberar a la humanidad. No dominan y por eso pueden ser libres. Pueden porque hay algunos que hacen todo lo posible para poder dominar también. Pero son muchos los que no aspiran a dominar y tratan de amar a su prójimo con lo -------------------------------------------------------------------------pueblo que tienen con su palabra, su testimonio, sus acciones colectivas de voluntad de libertad. La liberación de la humanidad no viene desde arriba hacia abajo, sino más bien desde abajo hacia arriba.

Esta es la locura de Dios de la que habla Pablo. Dios ha elegido lo más débil para destruir el poder de los más fuertes. De los pobres nace la nueva humanidad, de todos los que no quieren dominar y tratan de amar. Pueden ser cristianos o no, no importa. Pueden ser ateos, porque el Espíritu Santo viene a todos.

Los pobres encuentran una tremenda resistencia de los poderosos: pasan por la cruz, pero tienen la promesa de la victoria de la resurrección.

El gran desafío es convencer a los pobres de que tienen la fuerza del Espíritu para seguir el camino de Jesús y son capaces de construir un mundo nuevo, aun sin dinero, sin poder político, sin poder cultural. Pues los pobres tienen una conciencia de impotencia, de miedo, de sumisión a los grandes. La tarea de los discípulos de Jesús será la de animar y convencer a los pobres para que tengan la fe. Pues la fe no consiste en aceptar una doctrina universal válida para todos. Semejante doctrina no mueve a nadie. Sería solo una sumisión a un sistema de conceptos. La fe es creer que yo soy capaz de seguir el camino de Jesús y de construir un mundo nuevo por la fuerza del Espíritu a pesar de toda mi debilidad. Esa fe es muy difícil por supuesto, pero la mayoría de los católicos no tiene fe. Aceptan todos los dogmas, pero no tienen fe.

Tareas de la teología

La tarea principal y de cierto modo única es el estudio crítico de toda la tradición cristiana, para volver al evangelio. Se trata de redescubrir lo que realmente fue revelado en la vida y la muerte de Jesús. No se trata de destruir la religión. Sería inútil porque los seres humanos necesitan una religión y si se suprime ella reaparece en otras formas. El problema consiste en saber todo lo de la religión que ya no es comprensible ni aceptable en la nueva cultura moderna que entra en todas las religiones. Habrá que buscar lo que es realmente comprensible y significativo y puede ser un revestimiento aceptable del evangelio. Veamos los elementos de la religión.

1. La doctrina o la mitología

Jesús no formuló ninguna doctrina. Habló por medio de metáforas, narraciones, parábolas, sentencias, consejos, observaciones sobre la experiencia del momento. Ese medio de expresión es popular, es el medio de los pobres. Si Dios se expresó en esa forma, no lo hizo por distracción o por adaptación a un supuesto intelecto inferior de los pobres. Lo usó porque ese modo de expresión es menos riguroso, menos impositivo, menos limitado. Una doctrina siempre está marcada por una época, una cultura limitada en el tiempo y el espacio. El lenguaje metafórico conserva su sentido en medio de muchas culturas. Carece de la precisión que tienen los conceptos. Si Dios lo hizo así es porque lo escogió como el medio de expresión mejor posible. Si ese lenguaje no tiene la precisión de los conceptos abstractos es porque Dios no quería esa precisión. Las expresiones de Jesús permiten varias interpretaciones y Dios lo quiso así. No quiso que sus discípulos fueran prisioneros de una doctrina.

Más tarde la Iglesia definió en forma de conceptos muchas veces sacados de la filosofía griega una doctrina obligatoria. Impuso una interpretación rígida del evangelio. Los dogmas han sido siempre una causa de dudas, problemas, resistencias porque no todos aceptaban esa disciplina del pensamiento que Jesús no había impuesto.

La tarea de la teología será liberar el evangelio de la rigidez del dogma. Habrá que examinar críticamente todos los documentos del magisterio. Desde Trento los teólogos dieron habitualmente la interpretación maximalista de los dogmas. Necesitamos volver a una interpretación minimalista ¿qué es lo que el evangelio realmente impone? Además los dogmas actúan históricamente por lo que no dicen. Los 4 primeros concilios concentran todo en los conceptos de persona y naturaleza. Dejaron de lado la vida humana de Jesús. Por eso la vida humana de Jesús dejó de ser durante siglos motivo de reflexión de los cristianos. Tomás de Kempis pudo escribir un libro sobre la Imitación de Cristo, sin ninguna alusión a la vida humana de Jesús. ¿Qué Cristo es ese? Los dogmas ocultaron la vida humana de Jesús durante siglos. En Trento no se habló de la fe en sentido bíblico, sino de una fe religiosa que no es cristiana. La conclusión fueron siglos de incomunicación entre católicos y protestantes, lo que podía haber sido evitado.

Los dogmas fueron definidos por Papas u obispos. Pero ellos no representan necesariamente todo el pueblo cristiano, como si el Espíritu no estuviera también en el pueblo. Hubo concilios que dividieron profundamente y expulsaron de la Iglesia a sectores inmensos: las Iglesias de Siria, de Egipto y de todo el Oriente, sin hablar de los protestantes. Dentro de las asambleas hubo disensiones que no eran herejías. Por ejemplo en el Vaticano I. Esto fragiliza las definiciones. Todo eso es objeto de la teología.

Por supuesto la misma teología es sospechosa a la luz del evangelio y tiene que examinarse críticamente para ver si ayuda a la comprensión del evangelio o lo oculta, lo que sucedió muchas veces. Pues desde Trento la teología se hizo polémica contra los protestantes y los modernos. Se puso al servicio de la jerarquía. No es esa la tarea de la teología. Ella sirve para ayudar al pueblo cristiano a entender mejor lo que dice el evangelio. Está al servicio del pueblo cristiano y no de su jerarquía.

2. El culto

En la religión la parte más importante es el culto. En el decorrer de los tiempos, los cristianos han creado un inmenso edificio litúrgico, muy riguroso, muy determinado en todos los gestos y todas las palabras. Los ritos se han inspirado en el Antiguo Testamento, en las religiones de los pueblos cristianizados. Se ha llegado a definir que habría 7 sacramentos. Además hay una infinidad de bendiciones y demás actos de culto, más popular o más letrado. Después del Vaticano II hubo algunos cambios muy superficiales porque por lo esencial todo quedó igual. La consecuencia es que muchos católicos han abandonado un culto que ya no significa nada para ellos. De hecho es difícil entender de qué modo esa liturgia se relaciona con la vida individual y social de los tiempos presentes. La unción de los enfermos poco se practica. Poquísimos todavía practican el sacramento de penitencia. Todo tuvo significado cuando fue introducido en el culto oficial. Pero muchos ritos se hicieron incomprensibles. ¿Cuáles serían los gestos y las palabras que serían significativos para la nueva generación? En lugar de buscar lo que exige la situación actual de la humanidad, hay grupos importantes en Roma que querrían volver al pasado de Trento. Entonces sería la expulsión definitiva de la juventud. Querrían volver al latín. ¿Por qué no al griego o al hebraico?

3. La organización

Todas las religiones se dan una institución cuyo elemento básico son los sacerdotes cuya misión consiste principalmente en el culto. La religión cristiana no podía escapar. Apareció un clero que - sobre todo después de Constantino - se separó socialmente del pueblo y formó una casta con su sub-cultura propia. En realidad hasta Trento el clero creó muchos problemas, pero Trento logró poner orden y definir el clero que todavía existe hoy. El sistema es rigurosamente monárquico. Todos los poderes están en el Papa y el Papa delega una parte de ellos a los obispos y éstos a los presbíteros y diáconos. Los problemas provocados por la situación actual del sistema monárquico y de la separación entre clero y pueblo, lo que hace imposible una verdadera comunidad, son bien conocidos y no es necesario repetirlos. Es evidente que el sistema no funciona. El rechazo del clero es uno de los motivos fundamentales del abandono de la Iglesia. En las otras Iglesias dichas históricas el problema es igual.

Durante siglos los teólogos se han dedicado a explicar y justificar todos los elementos del sistema. Los tiempos han cambiado. Todo lo que estaba ligado a la cultura tradicional, perdió su sentido y su legitimidad. La teología pondrá en contacto el evangelio y el mundo actual.


José Comblin

Fuente: Cuadernos Movimiento También Somos Iglesia Chile
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