13 de junio de 2008. De nuevo, el papa y el emperador juntos, como amigos. Nada nuevo bajo el sol. Benedicto XVI recibió a Bush en la torre de San Juan, donde se retiraba a meditar Juan XXIII, y en los jardines vaticanos, donde dieron un paseo y escucharon un concierto del Coro de
”Un maravilloso encuentro”, dijo
La guerra de Irak ha provocado más de medio millón de muertos. En el quinto aniversario de la invasión, lo denunció Joseph E. Stiglitz, premio Nobel de Economía: “La guerra no ha tenido más que dos vencedores: las compañías petrolíferas y los contratistas de defensa", "las muertes en Irak han aumentado, desde unas 450.000 en los primeros 40 meses de la guerra (150.000 de ellas, muertes violentas), hasta un total de 600.000 en la actualidad".
En vez de interpelarle duramente, como hizo el profeta Elías al rey Ajab: ¿Has asesinado y encima robas?, has hecho pecar a tu pueblo, el papa Benedicto le recibe a Bush con todos los honores y, además, le da un diploma moral. Todo muy diplomático, pero nada evangélico. La noticia suscita en muchos (creyentes y no creyentes) perplejidad y escándalo. Ese diploma es realmente inmoral.
Llaman la atención las lecturas que estos días se hacen (son las que tocan) en todas las iglesias: Tú no eres un Dios que ame la maldad ni el malvado es tu huésped,...destruyes a los mentirosos, al hombre sanguinario y traicionero lo aborrece el Señor (Sal 5). Se recuerda la denuncia de Elías al rey Ajab por el asesinato de Nabot (1 R 21,19-21). Se hace la oración de David, tras la denuncia de Natán por el asesinato de Urías: Líbrame de la sangre (Sal 51). Se escucha el grito de Eliseo, recogiendo el manto del profeta arrebatado, asesinado: ¿Dónde está el Dios de Elías, dónde? (2 R 2,1-14). La semana termina con este pasaje significativo: Me devora el celo de tu templo (Sal 69). Y también: No tengáis miedo, lo que os digo al oído, pregonadlo desde la azotea (Mt 10,26-27).
Jesús López Sáez
http://www.comayala.es/Articulos/ratzinger/13jun08.htm