El obispo ultramontano Richard Nelson Williamson se fue hoy expulsado de la Argentina, y lo hizo según sus convicciones, agrediendo a los que no comparten su visión troglodita. Se fue golpeando a los periodistas que intentaron entrevistarlo en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza antes de que se embarcase hacia Londres, en su natal Reino Unido.
Williamson no se ha cansado de expresar su odio contra los judíos y, de hecho, contra todos los que no pensamos como él, ya que, de hecho, somos todos judíos, aunque no practiquemos esa religión. La palabra hebreo, en el antiguo persa, significa algo así como “el que está del otro lado” (del Río Eúfrates). Ergo, aunque el Eúfrates quede allá por la Mesopotamia árabe, respecto suyo, casi todos estamos “del otro lado”; por lo tanto somos hebreos a nuestro modo.
Y si todos somos judíos no está mal para la facción católica que representa y para quienes lo acompañan, que se les pegue a quienes, seguramente, le iban a hacer cuestionamientos a sus declaraciones a la televisión sueca cuando minimizó el “holocausto” que llevó adelante el gobierno nazi de Adolph Hitler entre 1933 y 1945. Un gobierno al que el extremismo católico reivindica no por razones de coincidencias teológicas sino de prácticas represivas.
Los nazis no eran cristianos. La religión oficial del III Reich era la de los mitos nórdicos, una antigua religión pagana, la de la saga de Richard Wagner en “El anillo de los Nibelungos”, muy anterior al cristianismo, pero los nazis perseguían a los judíos y los masacraban, más allá de cuántos y de qué formas, como discute hipócritamente Williamson. Y en eso coincidían, en no poco, con el cristianismo medioeval.
Quienes comparten sus ideas en la Argentina editan el “Panorama católico digital”. En su última edición anticipaba la salida de Williamson “en un estado de serenidad que no puede ocultar su profunda tristeza” no sólo por haber sido expulsado sino, básicamente, por los afectos trabados a partir del seminario lefevbrista que dirigía en el Gran Buenos Aires.
Más adelante, tras hablar de “tan ilustre personaje”, se abre la expectativa de que “cuando este gobierno ya no esté”, nuevamente el país pueda “contar nuevamente con su presencia” ya que fue expulsado por “una nimiedad”.
La página en cuestión está abierta a opiniones de adherentes. “Es un verdadero honor que un hombre sea expulsado de tal manera de un país en el que sus gobernantes son filo-judeo-masónico-marxistas, dónde supuestamente hay libertad de expresión, salvo de aquellos que piensen y opinen de diferente manera. Es un honor que sea perseguido y acusado injustamente, calumniado mentirosamente por todas partes, a nivel mundial, por haber sido valiente al decir la Verdad ”, sostuvo uno de ellos.
“No es una cuestión política lo que ha abierto tamaña persecución, tampoco una cuestión de la forma con que se llevó a cabo el famoso y promovido ‘holocausto’, no es una cuestión de gases o cantidades nomás. Lo que hay en el fondo es una cuestión teológica muy profunda y gravísima. Y Monseñor Williamson es perseguido por dicha cuestión. Es una gravísima mentira teológica. Hay toda una teología judaica oficial sobre el holocausto”, agregó más adelante.
No faltan los que hablan de una judaización del cristianismo. “Dentro de poco todos seremos circuncisos y respetaremos el Sabat”, se horrorizan algunos de los seguidores locales de Williamson, entre los que no faltan los que disparen contra los sectores del cristianismo que han asumido las luchas sociales. Y en ese marco, por aproximación, se incluye a “El genuflexo y títere desgobierno argentino” mientras se pregunta si el papado, que curiosamente había reivindicado hace poco a Williamson y sus colegas lefevbrianos ¿aceptará rendirse sin más?.
Hay mucho más sobre todo esto. No vale la pena continuar. La violencia contra los que no piensan igual está plenamente justificada y lo de hoy se enmarca en ello, y seguramente para su gusto fue muy poco. Total casi todos somos hebreos; estamos del otro lado.+ (PE/Mercosur Noticias)
Fernando Del Corro
Periodista, historiador graduado en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), docente en la Facultad de Ciencias Económicas (FCE) de la UBA en "Historia Económica Argentina" y subdirector de la carrera de "Periodismo económico" y colaborador de la cátedra de grado y de la maestría en "Deuda Externa", de la Facultad de Derecho de la UBA. De la redacción de MERCOSUR Noticias.
09/02/25 - PreNot 7984
Agencia de Noticias Prensa Ecuménica
www.ecupres.com.ar
Comentarios y FORO...
Williamson no se ha cansado de expresar su odio contra los judíos y, de hecho, contra todos los que no pensamos como él, ya que, de hecho, somos todos judíos, aunque no practiquemos esa religión. La palabra hebreo, en el antiguo persa, significa algo así como “el que está del otro lado” (del Río Eúfrates). Ergo, aunque el Eúfrates quede allá por la Mesopotamia árabe, respecto suyo, casi todos estamos “del otro lado”; por lo tanto somos hebreos a nuestro modo.
Y si todos somos judíos no está mal para la facción católica que representa y para quienes lo acompañan, que se les pegue a quienes, seguramente, le iban a hacer cuestionamientos a sus declaraciones a la televisión sueca cuando minimizó el “holocausto” que llevó adelante el gobierno nazi de Adolph Hitler entre 1933 y 1945. Un gobierno al que el extremismo católico reivindica no por razones de coincidencias teológicas sino de prácticas represivas.
Los nazis no eran cristianos. La religión oficial del III Reich era la de los mitos nórdicos, una antigua religión pagana, la de la saga de Richard Wagner en “El anillo de los Nibelungos”, muy anterior al cristianismo, pero los nazis perseguían a los judíos y los masacraban, más allá de cuántos y de qué formas, como discute hipócritamente Williamson. Y en eso coincidían, en no poco, con el cristianismo medioeval.
Quienes comparten sus ideas en la Argentina editan el “Panorama católico digital”. En su última edición anticipaba la salida de Williamson “en un estado de serenidad que no puede ocultar su profunda tristeza” no sólo por haber sido expulsado sino, básicamente, por los afectos trabados a partir del seminario lefevbrista que dirigía en el Gran Buenos Aires.
Más adelante, tras hablar de “tan ilustre personaje”, se abre la expectativa de que “cuando este gobierno ya no esté”, nuevamente el país pueda “contar nuevamente con su presencia” ya que fue expulsado por “una nimiedad”.
La página en cuestión está abierta a opiniones de adherentes. “Es un verdadero honor que un hombre sea expulsado de tal manera de un país en el que sus gobernantes son filo-judeo-masónico-marxistas, dónde supuestamente hay libertad de expresión, salvo de aquellos que piensen y opinen de diferente manera. Es un honor que sea perseguido y acusado injustamente, calumniado mentirosamente por todas partes, a nivel mundial, por haber sido valiente al decir la Verdad ”, sostuvo uno de ellos.
“No es una cuestión política lo que ha abierto tamaña persecución, tampoco una cuestión de la forma con que se llevó a cabo el famoso y promovido ‘holocausto’, no es una cuestión de gases o cantidades nomás. Lo que hay en el fondo es una cuestión teológica muy profunda y gravísima. Y Monseñor Williamson es perseguido por dicha cuestión. Es una gravísima mentira teológica. Hay toda una teología judaica oficial sobre el holocausto”, agregó más adelante.
No faltan los que hablan de una judaización del cristianismo. “Dentro de poco todos seremos circuncisos y respetaremos el Sabat”, se horrorizan algunos de los seguidores locales de Williamson, entre los que no faltan los que disparen contra los sectores del cristianismo que han asumido las luchas sociales. Y en ese marco, por aproximación, se incluye a “El genuflexo y títere desgobierno argentino” mientras se pregunta si el papado, que curiosamente había reivindicado hace poco a Williamson y sus colegas lefevbrianos ¿aceptará rendirse sin más?.
Hay mucho más sobre todo esto. No vale la pena continuar. La violencia contra los que no piensan igual está plenamente justificada y lo de hoy se enmarca en ello, y seguramente para su gusto fue muy poco. Total casi todos somos hebreos; estamos del otro lado.+ (PE/Mercosur Noticias)
Fernando Del Corro
Periodista, historiador graduado en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), docente en la Facultad de Ciencias Económicas (FCE) de la UBA en "Historia Económica Argentina" y subdirector de la carrera de "Periodismo económico" y colaborador de la cátedra de grado y de la maestría en "Deuda Externa", de la Facultad de Derecho de la UBA. De la redacción de MERCOSUR Noticias.
09/02/25 - PreNot 7984
Agencia de Noticias Prensa Ecuménica
www.ecupres.com.ar
Comentarios y FORO...